Agencia de Noticias Hawzah – La Semana del Libro y la Lectura brinda una oportunidad para reflexionar sobre el profundo papel que desempeñan los libros en la configuración de la vida personal y social. Uno de los desafíos más urgentes de la actualidad es el creciente distanciamiento de nuestro rico patrimonio religioso, literario y cultural, tesoros que constituyen los cimientos de nuestra identidad y nuestra moral.
Faros de guía
Textos religiosos como el Sagrado Corán, el Nahj al-Balagha, la Sahifa al-Sajjadiyya, el Mafatih al-Janan y otros no son simplemente para ser leídos; proporcionan criterios para el perfeccionamiento moral y la orientación del comportamiento. De igual modo, obras maestras literarias como el Bustán y el Golestán de Saadi, el Diván de Hafez, el Shahnameh de Ferdowsi y el Masnavi de Rumi están colmadas de enseñanzas sobre sabiduría, ética y el arte de vivir.
Experiencia registrada para la generación actual
Las obras históricas, de ficción o de investigación ofrecen lecciones invaluables extraídas de vidas pasadas y del esfuerzo de los estudiosos. A veces, una sola línea o un párrafo puede iluminar un camino y evitar graves errores. Ignorar estas enseñanzas conduce a repetir equivocaciones y a perder tiempo, energía y propósito.
Libros: un padre sabio para la sociedad
Al igual que un padre atento que advierte a su hijo sobre los peligros que se avecinan, los libros revelan los caminos erróneos para que podamos seguir el correcto. Este patrimonio es una lámpara y un mapa a la vez: ilumina la senda hacia la elevación de las personas y el progreso de la sociedad.
La necesidad de volver a las enseñanzas esenciales
En el mundo vertiginoso de hoy, es imprescindible un renovado acercamiento a las fuentes auténticas religiosas, culturales y éticas. Nuestro alejamiento de estas obras ha permitido que los valores morales y los principios culturales profundamente arraigados se desvanezcan, dando paso a comportamientos superficiales que debilitan la identidad iránico-islámica.
Conclusión
Volver a los libros no es un retroceso hacia el pasado, sino un paso hacia la claridad, la sabiduría y una vida con principios. Cuando la sociedad se reconecta con los libros y sus enseñanzas se integran en la vida diaria, podemos esperar una comunidad más consciente, firme y compasiva.
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